jueves, 4 de octubre de 2012

No tuvo tiempo, cuento de Mateo González


No tuvo tiempo


            Él no recuerda como todo había comenzado, le venían a la cabeza imágenes horrorosas de aquel día. Recordaba que la señorita Schwan venía de Inglaterra de vacaciones con su esposo. Iban a pasar el verano en una posada cerca de la playa, yo de cortesía los invité a tomar el té.
    La señorita me parecía simpática, bonita y con carisma, pero el esposo todo lo contrario, no me agradaba. En un momento la señora se fue al baño y él empezó a hablar mal de ella. No me agradaba en nada, le pedí que me acompañara a la cocina, cuando entramos tomé el cuchillo que estaba arriba de la mesada y le di tres puñaladas en el corazón. Ella lo vio todo y me dijo: -¿Por qué lo has hecho?-. Y yo me quedé sin palabras.
   Traté de convencerla de que él no la quería, que la odiaba y ella entre lágrimas y gimoteos dijo:-¡Si no me quería me lo hubiese dicho!
  - Lo acepto, sé que estuve mal y le dije – tu tendrás que terminar con esto. Pero tardó minutos en decidir, los vecinos habían alertado a la policía de gritos y llantos, llegaron enseguida, no tuvo tiempo de terminar esto.


Mateo González

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