No tuvo tiempo
Él
no recuerda como todo había comenzado, le venían a la cabeza imágenes
horrorosas de aquel día. Recordaba que la señorita Schwan venía de Inglaterra
de vacaciones con su esposo. Iban a pasar el verano en una posada cerca de la
playa, yo de cortesía los invité a tomar el té.
La señorita me parecía simpática, bonita y con carisma, pero el esposo
todo lo contrario, no me agradaba. En un momento la señora se fue al baño y él
empezó a hablar mal de ella. No me agradaba en nada, le pedí que me acompañara
a la cocina, cuando entramos tomé el cuchillo que estaba arriba de la mesada y
le di tres puñaladas en el corazón. Ella lo vio todo y me dijo: -¿Por qué lo
has hecho?-. Y yo me quedé sin palabras.
Traté de convencerla de que él no la quería, que la odiaba y ella entre
lágrimas y gimoteos dijo:-¡Si no me quería me lo hubiese dicho!
-
Lo acepto, sé que estuve mal y le dije – tu tendrás que terminar con esto. Pero
tardó minutos en decidir, los vecinos habían alertado a la policía de gritos y
llantos, llegaron enseguida, no tuvo tiempo de terminar esto.
Mateo González
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