Cambié
mi historia
Hoy hace 21 años migré de Paraguay en la búsqueda de una mejor situación laboral, allá mi vida era muy prioritaria, hay solo dos clases sociales: ricos o pobres; y por querer salir de esa situación cambié mi historia, dejando atrás mi país. La historia empieza así.
Era un día lluvioso y húmedo, mes de febrero, mi hija Aurora me pidió
como obsequio un sobre todo de almidón; pero era muy costoso; yo no sabía de dónde sacar, ya que mis pequeños ingresos solo alcanzaban para los alimentos básicos de mi pequeña familia.
En esa época mi trabajo consistía en la venta ambulante de productos
de compras: huevos, leche, queso, etc. Cierto decir que mi prima Carmen me escribió un correo, en donde me decía la hermosa vida y los buenos ingresos que logró como empleada domestica, enseguida se me vino a la cabeza la idea de abandonar mi Paraguay y encaminarme al Gran Buenos Aires, la gran tierra de las oportunidades (como cada el mundo llama)
Es así como dos meses más tarde preparé mi bolso, me llené de valor
y abandoné a mis dos hijos, con en el corazón en las manos.
Hoy hace 21 años migré de Paraguay en la búsqueda de una mejor situación laboral, allá mi vida era muy prioritaria, hay solo dos clases sociales: ricos o pobres; y por querer salir de esa situación cambié mi historia, dejando atrás mi país. La historia empieza así.
Era un día lluvioso y húmedo, mes de febrero, mi hija Aurora me pidió
como obsequio un sobre todo de almidón; pero era muy costoso; yo no sabía de dónde sacar, ya que mis pequeños ingresos solo alcanzaban para los alimentos básicos de mi pequeña familia.
En esa época mi trabajo consistía en la venta ambulante de productos
de compras: huevos, leche, queso, etc. Cierto decir que mi prima Carmen me escribió un correo, en donde me decía la hermosa vida y los buenos ingresos que logró como empleada domestica, enseguida se me vino a la cabeza la idea de abandonar mi Paraguay y encaminarme al Gran Buenos Aires, la gran tierra de las oportunidades (como cada el mundo llama)
Es así como dos meses más tarde preparé mi bolso, me llené de valor
y abandoné a mis dos hijos, con en el corazón en las manos.
No
fue fácil encontrar empleo, pero de tanto golpear puertas finalmente, en una
casa muy pintoresca del barrio de Caballito, mi recibió una señora Alicia
Cerempli, con la cual estoy trabajando desde hace 20 años como personal doméstico.
Gracias a ella compré mi casa, y un año más tarde, traje a mis hijos
Para disfrutar esto con ellos.
Hoy hace 21 años que pisé y que miro este suelo bendito, hoy yo-
Julián Rolón- comprobé que Argentina, es realmente, la tierra de las oportunidades.
Gracias a ella compré mi casa, y un año más tarde, traje a mis hijos
Para disfrutar esto con ellos.
Hoy hace 21 años que pisé y que miro este suelo bendito, hoy yo-
Julián Rolón- comprobé que Argentina, es realmente, la tierra de las oportunidades.
Mauricio Garito
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