jueves, 11 de octubre de 2012

"El suicido falso de mi abuelo" de Tomás Severino


El suicidio falso de mi abuelo

Cuenta la historia que mi abuelo era un gran travieso.
Un día del año 1934, cuando mi abuelo tenía 10 años, se le ocurrió sacarle el carro a su padre, mi bisabuelo, era vendedor ambulante de verduras, tenía un carro de dos ruedas que se llevaba con las manos. Ese día mi abuelo Ernesto aprovechó cuando su padre se fue a dormir la siesta y con sus amigos “Toto el roña” y “José Carmelo” se llevaron el carro, con José de un lado y Toto del otro tirando, mi abuelo arriba jugaba, con tanta mala suerte que una rueda se partió en cuatro al caer en un pozo, sus amigos salieron corriendo.
El pequeño Ernesto, muy asustado, no quería volver a su casa, entonces decidió antes que lo agarre su padre, un italiano bravo de esa época, su fue hasta la calle donde solía pasar el tranvía y se acostó en las vías a esperar que vengan. Por suerte los tranvías andaban muy despacio, el conductor vio al niño acostado y frenó el mismo, unas vecinas que vieron todo salieron gritando llamando a Doña Rosa, su madre. Ella lo fue a buscar, lo llevó a su casa y con el amor de toda madre lo salvó de la paliza de Don Vicente, su padre. 

Tomás Severino

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