jueves, 28 de noviembre de 2013

El Matadero. Lucas Redondo


El Matadero. Ilustración de Santiago Adelardi


Ilustraciones sobre La Presa: Jonathan Esteche. Sobre El Matadero: Daiana Tolaba, Micaela Ponce




Final de “Raíces”. Gabriela Báez

Final de “Raíces”
Kunta  Kinte  fue un fugitivo y tuvo que resistir los pesados castigos para esclavos al no aceptar su nombre americano.
Este no resistió tantos castigos y padeció una enfermedad que termino con su vida.
Le dieron cristiana sepultura en las afueras de la estancia. Sus hermanos de tés negra como el, lo recordaran para siempre con ese gran valor que este poseía….
Ellos pensaron que era muy injusto lo que ocurría en la sociedad americana y se unieron entre ellos para hacer justicia. (Con una Revolución).
Escaparon juntos a la libertad sin ver el mañana, sin pensar en nada por la que as tarde comenzaron a pasar necesidades, pero nadie se quejaba, porque estos eran libres… lo que nada les importÓ.

Gabriela Báez 

Kunta Kinte (versión de Jénnifer Vargas Brandán)


Después de que Kunta Kinte haya aceptado su nombre americano su “dueño” lo dejo encerrado por una semana, al terminar esos días Kunta Kinte tuvo que empezar con sus trabajos de cultivo.
Por la tarde trabajando unos de sus esclavos le comenta que o había visto cuando lo estaban castigando por no aceptar el nombre  (Tobi) y pensó con los demás esclavos hacer una reunión para que lo dejaran llamarse con el nombre de sus verdaderas raíces, aunque sería muy difícil, ya que no tenían derechos.
Kunta Kinte estaba de cuerdo pero no tenía muchas esperanzas.
Una mañana se reunieron todos los esclavos de la hacienda donde se encontraba Kunta Kinte y fueron a reclamarle al dueño sobre sus orígenes, al ver a todos reunidos no le quedó más opción que aceptar sus nombres ya que si los mataba nadie iba a hacer los trabajos.

(Jennifer Vargas Brandan) 

Historia de esclavitud - Silvia Murguía (cuento)

Había una vez una niña africana y esclava que vivía en la casa de la familia Monte grande, la niña se llamaba............, era la hija de la cocinera y del trabajador  del ganado. La niña.............. Esperaba a la hija de los señores, llamada Rebeca, ella llegó y las niñas se fueron a jugar a las escondidas de los señores, Rebeca le decía a............. que tenía que aprender a leer y a escribir.
................ quería  aprender, Rebeca le enseñó a leer y a escribir.
Pasaba el tiempo, ellas crecían y tenían la misma edad. Entonces.............. Les preguntaba a sus padres si podían comprarle ropa muy linda como la de Rebeca, y le decían que no porque eran muy pobres, que solo tenían para comer.
.................... Quería ser como Rebeca, linda y bien vestida.
Un día de mucho sol......... fue a comprar manzanas y se tropezó pero con un hombre blanco y bien vestido, entonces a................ se le cayeron las manzanas, el hombre las recogió junto con ella y los dos se miraron y se enamoraron.
El hombre le dijo - Disculpe, no la vi, pero me gustaría verla de nuevo.
................. Dijo - yo también quisiera verlo otra vez señor.
El hombre le respondió - nos vemos en el muelle a las 18.00 horas te esperare.
................- ahí estaré. Buenos días.
El hombre respondió- buenos días.
Ya era hora del encuentro............... había llegado con ropa prestada de Rebeca y se veía preciosa.
Los dos se encontraron, hablaron y se enamoraron más.
Pasaron los días y se hicieron novios,  la sociedad no los aceptaba y a ellos no les importo.
Un día el hombre blanco se fue en una embarcación a un nuevo empleo porque lo despidieron del anterior por verse mal en la sociedad.
Él estaba en la embarcación y vino una tormenta y la embarcación no llegaba.
.......................... Lo esperaba en el muelle todos los días y nunca llegó.

Silvia Murguía 

No supo aceptar la derrota - Aylén Crespo

No supo aceptar la derrota
En América del Sur era algo normal tener esclavos y estos generalmente eran africanos.
En un pequeño pueblo de Mendoza, una de las familias más importantes del lugar, los Veschetti, tenían un esclavo muy particular. Él era para los Veschetii, al principio, solo un costurero, pero después empezó a tomar labores de más importancia.
Pasó a ser el lava platos, luego el cocinero, y así fue subiendo de puestos hasta ser el ayudante personal del señor Veschetti, cosa que no fue del agrado en lo más mínimo a José, el hijo mayor.
Él creía que Felipe, el esclavo, quería acercarse a su padre solo para matarlo y luego huir.
El señor Veschetti creía que eso era una locura, por lo cual no hizo nada.
Pasaron los años y José seguía diciendo lo mismo, pero ya se había dado cuenta de que nada iba a pasar. Pero como todo hombre quería tener la razón. Se obsesionó de tal manera con eso que estaba todo el día pensando cómo hacer para tener la razón. Le dio tantas vueltas al asunto y aun así no encontraba manera de que pasara lo que él decía. Transcurrido un tiempo más.... tomó la decisión de matar él mismo a su padre e inculpar a Felipe.
En menos de un día planeó todo. No podía esperar más, así que al otro día lo hizo.
Agarró el cuchillo más grande que había en la cocina y llamó a su padre y a Felipe, pidiéndoles a ambos que vayan a la misma habitación porque tenía que hablarles. Estando los tres ya en la despensa, José cerró la puerta bajo llave, se acercó a su padre, sacó el cuchillo y se lo clavó en el pecho, así como así, provocando instantáneamente su muerte. Felipe no decía nada, la situación lo dejó totalmente paralizado, mientras José sacaba el cuchillo del cuerpo de su padre.
Cuando Felipe reaccionó, forcejearon y de un golpe, José tiró arriba de su padre a Felipe. Luego José comenzó a gritar y salió de la despensa, dejando al esclavo encerrado con su padre.
Volvió un rato después con más gente, gritando, llorando y diciendo que Felipe había matado a su padre, quien lo negaba, aunque nadie le creía.
Pero claro, ¿quién iba a creer que José sería capaz de matar a su propio padre?

(Aylén Crespo)

ENCA (cuetno) Noelia Bustamante

CAEL y ENCA

África, año 1814 en una aldea nacía un niño al que llamaron Tuskake. Su nombre se lo dieron sus padres después de 10 días de haber nacido.
Los años pasaron y Tuskake ya era todo un hombre, él conoció a una mujer llamada Belmani, se enamoró de ella y se casaron, al tiempo tuvieron dos hijas una llamada Cael y la otra Enca, las dos niñas eligieron sus propios nombres, Cael tenía 12 años y Enca 10.
Un día ellas estaban ayudando a su madre a recolectar frutos y leños, y de pronto escucharon gritos y llantos de las demás mujeres. Los españoles habían llegado a sus tierras a invadir y a llevarse a las mujeres hacia su continente y luego venderlas como esclavas.
A Cael la separaron de Enca, por la diferencia de edad. Enca se resistió a que se la llevaran e intentó escapar pero fue inútil. En cambio, Cael no mostró resistencia a los blancos.
A  ella la vendieron a un hombre en una estancia para que sea doncella de su hija y a Enca la vendieron a una señora que tenía una tienda de antigüedades.
Ella era una niña muy servicial con sus patrones, sus amos eran muy malos con ella, la trataban muy mal, le pegaban y hasta a veces no le daban de comer.
Un día cansado de tanto maltrato decidió escapar aprovechando un descuido, salió de la estancia corriendo, pero sin saber a donde huir.
La encontraron unos amigos de su patrón y la llevaron de vuelta a la estancia.
Sus amos al enterarse de que se había escapado, la azotaron sin piedad y luego decidieron venderla.
A Enca le había tocado un ama muy buena llamada Elsa, una señora mayor que la cuidó y crió como su propia hija.


Noelia Bustamante 

Un capítulo más para la novela "El espejo africano" Agustina Lucero

Un capítulo más para la novela "El espejo africano"

Cuando Raquel visitó el cementerio de negros y vio a Atima Silencio, pensó que era Atima Imaoma
-¿Atima Imaoma?, preguntó.
-No, Atima Silencio, respondió.
Luego de que Raquel le explicó a Atima Silencio su relación con su madre, ella entendió, y al llegar el momento de la despedida Raquel intentó que Atima fuera con ella a la ciudad y así adoptarla como hija, pero Atima Silencio no aceptó su pedido, pues  había conocido al hijo del dueño de la estancia y se había enamorado.
Raquel comprendió a Atima y partió a la ciudad... Pero cuando Atima Silencio se casó con Juan Carlos, (el hijo del dueño de la estancia) ellos se fueron a vivir a la ciudad muy cerca de la estancia de Raquel, y gracias a eso Raquel y Atima se hicieron grandes amigas.

(Agustina Lucero).

jueves, 10 de octubre de 2013


SOY UN ALBAÑIL

Alberto: -Soy un albañil, todos los días trabajo a la intemperie
Se está construyendo una casa, el albañil necesita pensar.

Alberto: (Al público)-Soy Alberto un albañil y vivo en Villegas , todos los días me levanto a las 5:00 de la mañana para ir a trabajar, de lunes a lunes me tomo el colectivo 91 para ir a villa Celina y ahí estoy todo el día al aire libre, con el sol pegándome en la cabeza.

(El hijo del albañil viene por la vereda y le grita a su padre)
Hijo:- ¡Pa! ¿En serio no me vas a llevar al club hoy?
Alberto:-No hijo, estoy muy cansado 
Hijo:-¿Estás cansado otra vez?
Alberto:- Pero yo trabajo todo el día, claro, vos no te das cuenta que ya no tengo fuerzas para hacer estos trabajos.
Hijo:-Mamá me dijo que no me podés llevar porque estás muy cansado.
Alberto:- Sí, bueno, cuando seas adulto vas a saber qué se siente al tener una vida dura. 
(El chico se pone furioso)
Hijo- Bueno, más vale que esta sea la única vez que no me llevás, porque sinó agarro mis cosas, me escapo de la casa y no vuelvo nunca más.
Alberto: (Al público)-¡Ah! .siento que mis manos ya no pueden más alzar ladrillos, ni pueden alzar una palo arena.
(Respira hondo y se pone nervioso)
Alberto:- Siento que me muero en cualquier momento, no doy más.
Tengo hambre, quiero dormir, me duele la cabeza, me siento mareado.
(El hombre cansado tambaleándose se desmaya) 
Fin 

Alumno: Juan Manuel Maraza Cruz

jueves, 22 de agosto de 2013

Conclusión de Informe: Centros Clandestinos de Detención. Belén Carraud Fava

Conclusión personal del Informe: Centros Clandestinos de Detención.

 Hoy en día sabemos de la existencia pasada de tales Centros Clandestino de Detención, sabemos qué sucedió en ellos y sabemos los nombres de casi treinta mil personas desaparecidas que fueron a pasar tormentosos días de sus vidas allí.
 Hoy sabemos. Pero antes, en 1979 hasta 1983, no se sabía todo esto tal como se sabe en el presente. Antes y como ahora, todas estas víctimas eran simplemente desaparecidos con un paradero desconocido. Y no era sabido que durante su ausencia la mayoría  de ellos estaban siendo maltratados, violados y abusados violentamente. Nadie sabía y nadie creía que todos estos seres humanos ausentes estaban encerrados en unos cuartos, quizás con frío, quizás con hambre y quizás ilusionados con que aquellas personas que los tenían, los liberarían y volverían a ver a sus familias. Nadie creyó que se los volvería a ver.
 Estas palabras que redacto no son algo que nadie sepa, es algo completamente sabido; pero es una clase de reflexión que llegué a hacer.
 Si mi profesora no me hubiera mandado a hacer este trabajo dudo que hubiera buscado por mi propia cuenta los medios para  informarme de esto… “esto” que dejó a muchos sin hablar, “esto” que generó grandes cambios, “esto” que dejó a unos pocos y se llevoó a muchos otros. “esto” que supuestamente fue un proceso, pero lo único que fue es muerte y unas cuantas lágrimas. Fue muerte que hoy no nos hace dudar al decir “nunca más”.
 Lo repito: fueron 30.000 desaparecidos, fueron 30.000  personitas que podrían haber sido músicos, en lugar de cadáveres. Pudieron haber sido maestros, abogados, albañiles, doctores, verduleros, actores, ingenieros, profesores, mecánicos o futbolistas.  Pudieron haber sigo padres o madres. Pudieron haber sido, incluso, nuestros amigos hoy en día.
  Pero no lo son. Fueron bocas que ya no van a poder cantar, fueron ojos que ya no nos van a mirar. Fueron personas, muchas personas que nunca nos van a poder contar su historia. Personas con las que podríamos tomar el colectivo a la mañana o a las que les podríamos comprar golosinas en un quisquito. Pero son solo, lamentablemente, un montón de vidas pasadas de las cuales siquiera sabemos a donde fueron  a parar.
 Por estas causas injustas, por todo lo que vivieron los ausentes de hoy en día  y desaparecidos de hace años; por todos los llantos de madres in sus hijos; por todos los hijos sin sus padres; por todas las muertes y por estos desaparecidos es que decimos esta frase perteneciente al pueblo argentino, tal como lo dijo el fiscal Julio Cesar Strassera: ¡¡Nunca Más!!


Carraud Fava, María Belén. 3º 3ra. 

Conclusión de un Informe sobre "Secuestros y Desapariciones en la Dictadura". Silvia Murguía

Opinión personal sobre secuestros y torturas en la dictadura

Con lo que investigué  sobre “secuestros y desapariciones”, pude observar que hubo injusticias, dolor, pérdida.
Me causa mucha tristeza descubrir todo esto; la tortura y la maldad de los militares de la dictadura. Espero que con este informe cualquier persona se dé cuenta que es muy importante estar con la familia; no enojarse por cualquier cosa y dejar de hablarse.
Tienen que disfrutar de la compañía  de su familiar, disfrutar de esta vida de injusticias y felicidad, darse cuenta de que el poder y la riqueza no lo es todo, y no cometer errores como los dictadores o militares. Yo espero que las personas con malos pensamientos reflexionen y digan “tenemos que cambiar”. También espero que los hijos de desaparecidos se animen a conocer a sus verdaderos familiares y así les traerían felicidad a sus abuelos…….
                                              Silvia Murguia


Poemas con versos prestados de Pablo Neruda 

Y las miro lejanas mis palabras,
me pierdo en tu mirada
y dejo caer en ti mis lágrimas.

Y la palabra apenas comenzaba en los labios
abandonado me sentía
al ver que tú te marchabas
creo que fue el único momento en el que sentí que moriría

Pero cae la hora de la vergüenza, y te amo
cada vez que te miro te amo
cada vez que te pienso te amo
cada vez que escucho te amo


Simplemente eso, te amo ♥

Noelia Bustamante
Espíndola Micaela
3º 3ra
Turno Mañana



domingo, 12 de mayo de 2013

Poesía a partir de versos de Andruetto. Eros Spositto y Belén Carraud Fava


    Un mal recuerdo que me tortura
Unos malos recuerdos que nos torturan
Algunos nos hacen llorar
Otros nos hacen pensar
Y otros nos hacen sufrir...

   Una muerte
Una palabra
Un sentimiento ajeno
Una lágrima
Y una canción...

   Y aunque de nuestras bocas no salen las palabras
Más de nuestros ojos salen las miradas
Y de estas un sentimiento eterno.

   Eros Spositto , Belén Carraud Fava.


domingo, 5 de mayo de 2013

Si yo al verte... de Karen Relos

Si yo al verte bajo los ojos, 
no es porque no te quiera ver,
sino por que detrás de tu mirada 
encuentro mi mundo
y si tú me miraras a mí 
verás y encontrarás 
un verdadero amor.

jueves, 2 de mayo de 2013

Poesía visual. Nicolás Ferreyra


Ilustración de Stefano. Claudia Radke


Huesos y Huesitos de Belén Carraud Fava


  Huesos y huesitos,
nadando en el mar de huesos
huesitos  me acarician,
voces me susurran
cosas que yo no cuento,
llantos me torturan
mientras yo muero en el silencio,
en el silencio me voy muriendo
poco a poco,
los llantos me torturan
y las voces susurran
palabras complicadas,
los huesitos me acarician
mientras yo nado
hacia algún lugar
en el mar de huesos y huesitos.

   Belén Carraud Fava.

Perspectiva. Ayelén Crespo y Agustín Rios

Los ojos de ella brillaban,
los de él lloraban.
Ella agradecía la oportunidad,
él maldecía la desdicha.

Ella saltaba de alegría,
mientras él lamentaba la desgracia.
Los hechos eran los mismos,
los ánimos muy distintos.

Agustín Ríos y Ayelen Crespo

domingo, 28 de abril de 2013

Poesía, a propósito de Agua/cero de María Teresa Andruetto. Autora: Sol Gavilán


Poema visual de Milagros Vázquez


Poesía Imagen. Florencia Pogonski


La historia de mis abuelos. Relato de FLORENCIA POGOÑSKI


La historia de mis abuelos
    Voy a contar algo que le sucedió a mis abuelos hace muchos años atrás…
Una tarde muy linda de primavera, mis abuelos se encontraban sentados en el umbral de la casa de ella. En esa época mi abuelo Juan José tenía 23 años y mi abuela Esperanza 17 años, eran novios. Mientras ellos charlaban y tomaban unos ricos mates, mi abuela vio que se acercaba una mujer bastante alta, gordita, con un gran pañuelo en su cabello y una pollera larga que cubría sus pies, era una gitana. Esperanza decidió que sería mejor entrar a la casa, ya que su madre le había advertido que tenga cuidado con ellas. Una vez que mi abuela entró a su casa, la mujer comenzó a llamarla  varias veces:
-A vos te llamo, vení, acércate.-            
-¡No! No deseo saber nada, váyase –Respondió
-¡Solo quiero decirle algo!-
-¡Váyase!- Insistía mi abuela
    La gitana la miró fijamente a los ojos y acercándose a la ventana dijo:
-Vas a casarte con el hombre que está con vos, van a tener 5 hijos y uno de ellos va a morir a los 18 años en un accidente…- Mientras se alejaba y cerraba sus ojos.
   Esperanza se sorprendió, pero no dio mucha importancia y trató de olvidarlo.
   Años más tardes, mis abuelos se casaron y tuvieron 5 bellos hijos, Juan , Carlos , Julio , Rosa y por último la pequeña Claudia.
   Un tres de octubre de 1967 Carlos y Julio se iban a trabajar, Carlos conducía la moto, cuando chocó contra un camión. Él murió al instante y Julio quedó gravemente herido. Cuando mis abuelos se enteraron de la horrible noticia se acordaron al instante de la gitana y de lo que había dicho…Creerlo o no… Su hijo Carlos a los 18 años murió en un accidente tal como la mujer había dicho muchos años atrás.


Autora : Florencia Pogoñski


¿Amigos que no existen?. Cuento fantástico de Milagros Vázquez


 ¿AMIGOS QUE NO EXISTEN?

  Una noche de invierno cerca de la medianoche, mi hermana, mi sobrino y yo estábamos sentados en el patio de mi casa. De repente, mi sobrino menor Tobías dice:
-Mami, esos nenes quieren jugar conmigo. ¿Me dejás?-
-¿Qué nenes, Tobi?- Le preguntó su madre asustada.
-Los que están al lado mío, me llaman, quieren que vaya con ellos.-
-¿A dónde te quieren llevar?-
-A lo oscuro, dale mami, ¿me dejás?-
-No Tobías, andá a dormir.-
   Al día siguiente mi hermana, le pregunta:
-¿Se fueron los nenes?-
-A la noche vienen.- Contestó muy contento.
    Desde ese día, mi sobrino, cada vez que se desvela, me despierta para que juegue con sus “amigos”… Que nadie puede ver.



Autora: Milagros Vázquez

Justicia para un barrio- Relato de Sol Gavilán


JUSTICIA PARA UN BARRIO

"Justicia para Dani Medina”, decía el cartel que llevaba mi abuela  pidiendo justicia en la Municipalidad  de San Justo.

Todo empezó el miércoles 3 de abril, a las 22:00hs. María  se disponía a cenar después de  un largo día de trabajo. Había  hecho empanadas y recién  se sentaba frente al televisor. Para ella ese era su momento en el día, cuando de repente  escuchó un disparo, no sabía  por qué ese disparo, era diferente al que suele escuchar habitualmente, entonces sonó el teléfono  y una vecina le avisó qué le habían disparado en la cabeza a un vecino de 16 llamado Dani.

Salió de su casa, corrió, porque sabía que el disparo fue cerca de la casa de sus nietos, y entonces vio el charco con masa encefálica, el impacto de la bala,  y la huella de la mano de Dani en la pared. Llegó y todos estaban bien, menos el papá de Daniel, que recién llegaba de trabajar y se encontró con que le habían arrebatado la vida a su único hijo varón, en quien él había depositado todas sus esperanzas. Trabajaba duro para darle  a Dani las posibilidades que él no tuvo en sus Misiones natal. Había llegado a Buenos Aires hacía casi 20 años atrás en busca de una calidad de vida mejor, pero jamás imaginó encontrarse viviendo la peor de las pesadillas. El dolor tan grande de ese hombre conmovió  a María de tal manera que se puso en frente del pedido de justicia y oportunidades para los chicos con problemas de adicciones.

Su lucha empezó el  5 de Abril, un día antes de su cumpleaños, en el peor de los lugares, la sala velatoria del barrio. Vio la escena más desgarradora que jamás había visto, un hombre, al que no sólo le habían sacado un hijo, también sus fuerzas, sus sueños, sus esperanzas, su futuro, sus ganas de vivir. En fin, con la vida de su hijo le sacaron también la suya. María pensó: “¿Quién soy yo para que no me pase lo mismo?”; comprendió que si ella hacía algo para que no vuelva a ver la misma escena, entonces la muerte de Dani, no habría sido en vano.


Autora: Sol Gavilán.

domingo, 7 de abril de 2013

Para qué tu boca... de Hernán Tello

Para qué tu boca para besarla
Para qué tus ojos para adorarlos
Para qué tu rostro para sentirlo
Para qué tus oídos para decirte cada día más te amo
Para qué decirte esto si estás tan lejos

Hernán Tello (3ro. 3ra., 2013)

A propósito de "Trenes" de María Teresa Andruetto. Ilustraciones de Gabriela Baez, Silvia Murguía, Belén Rotta, Carolina Àlvarez, Lucas Alfaro, Sol Gavilán y Belén Carraud

Trenes


Juan era Juan.

Iba al norte en un tren amarillo.
Iba al norte en un tren.

María iba al sur.
Iba al sur en un tren de color azul.

Iba un tren.
Iba otro tren.

En un punto del camino,
los trenes se encontraron.

Juan miró a María:
los ojos claros, 
el pelo oscuro,
la cara triste.

María miró a Juan:
los ojos negros,
el pelo rubio,
el rostro vivo.

Tanto se miraron
que Juan vio volverse verde 
el tren azul
y María 
vio volverse verde
el amarillo.

Tanto se miraron
que los trenes
tomaron la misma dirección. 
























Tercer año, 2013


jueves, 28 de marzo de 2013

"Tus ojos vacíos me miran" de Belén Carraud


Tus ojos vacíos me miran,
tus ojos muestran algo más que una mirada,
va mas allá de un sentimiento,
quizás sea una pasión. 

Pareces petrificado,
pero no lo estás,
yo sé que aparentas. 

Guardaste los sentimientos en una caja,
¿dónde quedó esa caja? 

Tu cuerpo no se mueve,
¿bailamos?
¿Qué es eso que te sostiene?

Eso es de mala educación,
que no pares de verme así.
Tu mirada saturnina
me genera algo raro en el estómago.

Vuelvo a recordar
los ósculos en la oscuridad,
vuelvo a sentirme un poco mal.
Tu mirada sigue vacía,
y yo ya no entiendo nada.

Belén Carraud (3ro. 3ra. 2013)