lunes, 29 de agosto de 2011

La sangre del Hijo (Indiana Guillén)


LA SANGRE DEL HIJO
Indiana Guillén
3ro. 1ra. Turno mañana (2011)

En un lugar muy lejano, un viernes frío, estaba manejando por la carretera para ir a casa, encendí la radio cuando dijeron que, en un pueblo lejano, habían muerto tres personas de una gripe que no se conocía. Llegué a casa y le conté a mi mujer Lourdes  lo que había sucedido, era de noche y nos acostamos.
A la mañana siguiente fui a desayunar con unos amigos de la familia: Nahuel, Aylén, y sus dos hijos, Camila y Santiago. Mis hijos y los de mis amigos tenían hambre, así que llamamos a la mesera. Mis hijos, Santiago e Indiana, pidieron una taza de leche chocolatada y panqueques; los hijos de mis amigos estaban por pedir cuando un hombre entró de repente gritando: “Ya son treinta mil los que murieron por la gripe”; todos nos quedamos paralizadas, desayunamos y nos fuimos.
Pasaron las horas, Santiago e Indiana no entendían nada, la madre de los niños les dijo:
-  Vayan a dormir, que después voy y les explico.
Los niños obedecieron.
….
Era de día, Indiana hizo el desayuno porque era el cumple de su madre y el día del padre, mientras Santiago buscaba el periódico, así Guido – su papá- se despertaba y leería el periódico. Guido y Lourdes despertaron, Santi e Indi les dieron la sorpresa del desayuno, Santi le dio el periódico pero cuando Guido vio, dijo:
-   Lou, esposa mía, mira el periódico.
lou contesto: – mi amor, estoy peinando a los niños, ¿Por qué?
El hombre se quedó callado, su mujer lo miró y dijo:
-  Contestame.
El hombre estaba asustado y dijo:
-Lou-nuevamente.
– ¿quÉ voy a tener que ir a leer yo?
-No, solamente subite al auto con los niños así vamos al hospital – explicó – tenemos que saber quién está infectado por el virus.
-      ¿Por qué? – dijo Lou.
-          Porque  solo nos salvaremos si alguien no está contaminado.
-          Como contaminado, explicame qué fue lo que viste en el periódico.
            -          Bueno, es que se anunció que todos podemos estar infectados y que la única forma de ganarle a la gripe es  con sangre no infectada.
Lourdes se asustó, pasaron las horas y todos estaban nerviosos.
De pronto salió el doctor gritando el nombre de mis hijos:
            -    La sangre de los niños está limpia, la podemos usar para el remedio. Necesito que su esposa y usted firmen este papel para  autorizarnos a usar la sangre
-          ¿Cuánta sangre? – preguntó guido.
-          ¡La necesitamos toda!
Guido siente que está haciendo una locura, pero el resto del mundo lo necesita. Firmó el papel en silencio.
      Caminaron hasta la sala a donde estaban los niños.
-          Papi, mami, ¿Qué pasa?
-          Hijos, mami y yo los queremos mucho y nunca dejaríamos que le suceda algo que no sea necesario ¿comprenden esto? – los besan y abrazan.
      Y la sangre de los niños  ¡salva a la humanidad ¡
            A la semana siguiente se hace una ceremonia por los niños y la pareja se da cuenta de que a casi nadie le importa ya.
      Guido y Lourdes, quieren gritar.
            Mis hijos murieron por darle la vida a todos ustedes ¿no se dan cuenta de cuánto amor tuvieron por ustedes?
Tal vez, eso es lo que dios nos quiere decir.
                   Mi hijo murió por ustedes ¿todavía  no sedan
                                          CuÁnto los amo.

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