¿AMIGOS QUE NO EXISTEN?
Una noche de invierno cerca de
la medianoche, mi hermana, mi sobrino y yo estábamos sentados en el patio de mi
casa. De repente, mi sobrino menor Tobías dice:
-Mami, esos nenes quieren jugar conmigo. ¿Me dejás?-
-¿Qué nenes, Tobi?- Le preguntó su madre asustada.
-Los que están al lado mío, me llaman, quieren que vaya con ellos.-
-¿A dónde te quieren llevar?-
-A lo oscuro, dale mami, ¿me dejás?-
-No Tobías, andá a dormir.-
Al día siguiente mi hermana,
le pregunta:
-¿Se fueron los nenes?-
-A la noche vienen.- Contestó muy contento.
Desde ese día, mi sobrino,
cada vez que se desvela, me despierta para que juegue con sus “amigos”… Que
nadie puede ver.
Autora: Milagros Vázquez
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